Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. 50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. (Lucas 8:49-50)
Se necesita de una fe genuina, una fe verdadera, como la fe de Abraham, de Jacob, de David, como la fe de Job, quien decía: 25 “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.” (Job 19:29) ; para creer en los milagros que Dios hace a través de su hijo Jesucristo, y de sus siervos aquí en la tierra, a través de su hijo. Todavía Dios hace milagros, todavía realiza sanidades, nosotros, que oramos a los enfermos en muchas ocasiones, hemos visto la gloria de Dios, cuando a través de sus siervos, el señor hace prodigios y milagros, Dios no cambia, la fe del hombre y la credibilidad en Dios, es la que ha disminuido en los hombres y mujeres del planeta, a nosotros mismos a veces nos falla la fe, nos hemos vuelto científicos, el hombre de este tiempo cree es en la ciencia, en lo comprobable, no deja espacio para la fe.
por eso el señor Jesucristo en una ocasión dijo a sus discípulos: (Mateo 17:20) Jesús les dijo: “Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará;(A) y nada os será imposible.”
Sus discípulos no pudiendo echar fuera un demonio que estaba perturbando a un joven lunático, que le echaba en el fuego, y viniendo su padre a él le rogó que hiciera algo por su hijo y el Señor reprendiéndole con autoridad le echo fuera y quedo libre, pero los discipulos tenían poca fe, (y andaban con Cristo) pero aún no le conocían, esa es la verdad.
Estaba hablando aún, el señor hablaba mucho, el andaba conquistando almas, sembrando el evangelio, venia haciendo cruzadas, sanando enfermos, echando fuera demonios ( el gadareno al otro lado del lago por nombrar alguno), resucitando muertos, cumpliendo su ministerio, para dejar testimonio, credibilidad ante los hombres, pero a pesar de todo eso, muchos no creían en el. El Señor estaba consolando aquella mujer del flujo de sangre, una hemorragia continua en su cuerpo, que la estaba consumiendo, había perdido todo, su capital lo había gastado en médicos, quizás su esposo la había abandonado, era una mujer impura, a causa de su enfermedad, despreciada, desechada, pero ella tenia algo grandioso, precioso, que al Señor le agrada mucho; tenia: fe. No se de que tamaño, pero la suficiente para destruir obstáculos, romper barreras, y acercarse al Señor. Ella decía “si tan solo tocare su manto seré sana”, y obró tan poderosamente la fe, que el Señor pregunto ¿quien me ha tocado? Y esto pasa, a veces a nosotros nos falla la fe, sus discipulos le dijeron maestro la multitud te aprieta, y tu preguntas quien te ha tocado. Pero había sucedido algo especial, por que el Señor dijo: “: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. “ Cuando tenemos fe, cuando le creemos al Señor, pasa esto, hacemos que salga poder de Jesús, que responda a nuestras oraciones. Esta mujer quedo libre de su azote y me imagino que iría a dar testimonio de la grandeza del señor a todos sus conocidos y familiares, como le dijo el señor al gadareno que contara las maravillas que Dios había hecho en su vida, por eso es necesario testificar las maravillas que Dios hace en nuestras vidas, ser agradecidos.
Por eso cuando este hombre le dijo a Jairo, no molestes mas al maestro, tu hija esta muerta, el Señor le dijo: “No temas; cree solamente, y será salva”. Creer, es la condición que el Señor nos exige, cree en mi y serás salvo tu y tu casa” “ Yo, soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque este muerto vivirá”(Juan 11:25), “para el que cree todo es posible”(Marcos 9:23),la fe es cuestión de creer, (hebreos 11:1)” Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
La esperanza puesta en las cosas que se ven ya no son esperanzas, por que las estamos viendo, “la fe es creerle al Señor, sin dudar nada”
(Hebreos 11:6) “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Es necesario, creerle a Dios, por eso el Señor escogió las personas que le iban acompañar, Jacobo, a Pedro y a Juan, tenia muchos discipulos, pero no todos tenían fe, no todos creían, Thomas es una prueba de esto, el le dijo a tomas “ crees por que has visto, bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Juan 20:29)
El señor resucitó la hija de Jairo, le hizo volver el espíritu, que el hombre por si solo no puede hacer volver después que sale del cuerpo, Jairo y su esposa estaban perplejos, asombrados quizás, y estoy seguro que desde ese momento siguieron al Señor también, es hora de creer, toca el manto de Jesús, con la fe de la mujer del flujo de sangre, o cree como Jairo creyó, y veras bendiciones en tu vida.
“ Dios les bendiga y Dios les guarde”
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